Un estudio reciente de la Universidad de Montreal en Canadá también se descubrió que tener una mascota un perro o gato puede ayudarlo con el manejo de la ira y también ayuda mucho a los niños con autismo. Pensando más ampliamente, los perros y los gatos pueden ayudar a las personas que sufren de estrés y la ira.
Las razones que un perro o gato puede ayudarlo son muchas y varían para cada uno de nosotros.
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Cómo su perro o gato puede ayudarlo, algunas razones son:
UN COMPAÑERO CARIÑOSO
Todos necesitamos sentirnos amados alguna vez y los perros y gatos (y muchas otras mascotas) pueden ofrecer esto. Pueden escuchar nuestros secretos, ofrecer amistad y se complacen en vernos cuando llegamos a casa.
PERMITIRNOS CAMINAR MÁS
Esto ocurre más con los perros que con otras mascotas. Sacar a pasear a nuestro perro mascota no solo es un buen ejercicio para él sino también para nosotros, con el beneficio añadido de que el ejercicio puede permitirnos sentirnos más felices y menos estresados, además de ser un muy buen ejercicio.
BAJA NUESTRA PRESIÓN ARTERIAL
Puede sonar ridículo, pero acariciar el suave pelaje de nuestra mascota puede ayudar a reducir nuestra presión arterial si nos sentimos estresados y enojados. Observar peces dorados es otro método probado para reducir la ira; por lo tanto, las peceras y los acuarios más grandes se colocan en hospitales y salas de espera médicas.
PUEDE ALEJAR NUESTRA MENTE DE SITUACIONES ESTRESANTES
Jugar con un perro o gato puede ayudarlo a olvidar de lo que realmente lo estresó y enojó en primer lugar. Por supuesto, esto no es una respuesta para resolver problemas, pero puede ayudarnos a olvidarnos de esas preocupaciones más leves. Es posible que hayamos tenido un día particularmente malo, pero tan pronto como cruzamos la puerta y vemos a nuestra mascota, esta ira simplemente desaparece.
Al dar este consejo, dos palabras de advertencia son necesarias aquí. En primer lugar, hay algunos problemas en nuestras vidas que simplemente no desaparecerán, no importa cuánto intentemos olvidarnos de ellos, y aunque tener una mascota puede ayudar a corto plazo, la mejor solución es enfrentar el problema. y tratar de resolverlo.
Conclusión:
En segundo lugar y más importante, un perro o cualquier otra mascota es un compromiso a largo plazo y la decisión de tener una mascota no debe tomarse a la ligera. Las mascotas cuestan una gran parte de nuestro tiempo personal, energía y dinero. No deben comprarse simplemente por impulso o simplemente para satisfacer nuestras necesidades.
Ya hay demasiados perros, gatos y otros animales abandonados o entregados a centros de rescate porque las personas no pueden cuidarlos físicamente o no pueden molestarse en hacerlo. Sin embargo, si siente que podría beneficiarse de tener una mascota y se siente listo para asumir un compromiso a largo plazo, entonces tener un perro o gato puede ayudarlo para reducir el estrés y la ira.